Mis querid@ amig@s:
Antes de nada pedirles perdón por
mi silencio, ya ni me acuerdo cuando fue la última vez que les escribí. Pero
esto no quiere decir que les haya olvidado ni muchísimo menos. Les recuerdo a
diario. Espero que ayer los Reyes Magos fueran generosos
con tod@s vosotr@s y os hayan traído además de algún detalle, mucha paz,
alegría y amor para este nuevo año que empieza.
Ahora les cuento un poco como ha sido mi vida en este último tiempo.
Los tres últimos meses del pasado
año fueron intensos a más no poder en el estudio, pues el tercer nivel es muy
difícil, he tenido una profesora muy buena la verdad que nos hacía trabajar
muchísimo, todos los días volvía a casa con un montón de tareas nada fáciles de
realizar, pero esto me ha ayudado mucho sobre todo a progresar en la escritura,
en la lectura también he avanzado pues una señora de la parroquia me ha estado
ayudando, y como siempre lo más complicado hablar y entender. Aunque estos días
en Poipet he podido practicar un poco con la gente. Al menos ahora ya puedo
decir algo más que el saludo. Esos meses mi vida transcurrió entre los libros,
de tres a cuatro horas de estudio en las mañanas y por las tardes a clase. Lo
cierto es que terminé agotada, así que aunque el curso terminaba el 23 de
diciembre, al final decidí marchar a Poipet el día 18, pues la profesora había
adelantado mucho, ya habíamos terminado la gramática del libro y yo la verdad
es que ya no daba para más. Además Carmen ya había llegado a Poipet y quería
aprovechar el estar algún día más con ella y con la comunidad, pues el día 5 de
Enero me tenía que regresar a la capital para terminar el último nivel de
estudio del khmer.
Y ahora paso a contaros como han
sido estos días en Poipet, que también ha sido de locura pero en otro sentido.
Con decirles que me llevé los libros, por si tenía algún ratico y al final
fueron de paseo pues creo que por todo puede sacar media hora. Pero bueno me ha
venido bien, pues mi cabeza necesitaba descansar un poco.
El mismo día que viajaba para Poipet
ya en el autobús recibí un mensaje de Carmen y luego otro de Mica diciéndome
que me preparara pues esa misma noche los voluntarios de Singapur que estaban
esos días en Poipet nos habían invitado a cenar. Fuimos a uno de los
restaurantes de los casinos, fue una noche agradable.
Al día siguiente teníamos la
fiesta de Navidad de los niños del kínder, representaron la natividad y luego
hicieron algunos bailes, no imaginan que preciosidad, ver a esos chiquitines
tan serios y haciendo tan bien su papel. Disfrutamos mucho. Luego comimos todos
juntos. Ese día vino Kike nuestro obispo, y con él las
hermanas comenzaron a organizar la inauguración de la nueva Iglesia.
El fin de semana yo lo pasé en la
cocina ayudando un poco a las hermanas, pues todas andaban con los preparativos
de la Navidad. El lunes lo pasamos adornando la casa. Esta es nuestra capilla.
El día 23 tuvimos la
fiesta de Navidad con los trabajadores, primero tuvimos una oración muy bien
preparada por Ceci y las profesoras del kínder, después Hasu había preparado
unos juegos y unas canciones, también los niños hicieron algún baile y luego
como no, la comida. Después de la cual se repartieron los regalos y se despidió
a la voluntaria de Singapur que ha estado trabajando en el kínder durante 4
años y se regresaba definitivamente a su casa. Fue un día muy bueno y lo
pasamos todos muy bien.
Kike
nos dio permiso para utilizar la nueva Iglesia antes de la inauguración, así
que el 24 Hasu con todos los jóvenes estuvieron adornando y limpiando la
Iglesia para que estuviera lista para la noche.
Todo el mundo estaba emocionado
con la nueva Iglesia, esa noche vino mucha gente a la misa. Los jóvenes
representaron la Natividad. Cuando terminó la misa, los jóvenes y niños nos
deleitaron con sus bailes, cada vez bailan mejor.
Luego comimos (bobo) un plato
sencillo y muy típico. Nosotras llegamos a casa a eso de las 11:40 y entre
turrones y una copita esperamos que dieran las 12. El 25 en la mañana tuvimos
la misa de Navidad y luego comimos con la comunidad cristiana.
Los demás días hasta la
inauguración de la Iglesia estuvimos ocupadas en reuniones, Carmen nos explicó
todo lo relacionado a la Asamblea y nos entregó los documentos, además de
revisar los trabajos y la vida de la comunidad, para organizarnos de cara al
nuevo curso. Además de eso para preparar la inauguración se hicieron equipos y
cada una quedó encargada de coordinar a los diferentes equipos (integrados por
los jóvenes, el comité de pastoral), a mí me tocó ayudar a Hasu en el equipo de
comida. La verdad fueron días de locura pero mereció la pena, pues la
celebración de bendición fue muy bonita. Aquí les pongo algunas fotos.
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Un momento de la misa, esta es nuestra nueva Iglesia |
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Discapcitadas del Centro arrupe bailando el Padre nuestro |
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Los invitados al evento fueron unas 830 personas |
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Momento en que el obispo abre la puerta |
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Este baile está dedicado a María (Magnificat) |
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Los monjes también participaron en al inauguración oficial después de la misa |
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Arreglo floral, dos hermanas vietnamitas con gente de la parroquia hicieron estas obras de arte |
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Momento en que se corta la cinta, el obispo junto al donante y las autoridades de la Provincia |
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La comunidad con el obispo y otros tres padres |
Yo al día siguiente viajé de
nuevo para Phnom Penh. Llegué como pueden imaginar muy cansada con la movida de
los últimos días y el viaje que duró casi 10 horas, pero lo bueno es que ayer
en la mañana pude descansar y limpiar un poco el cuarto pues después de 15 no
vean el polvo que se acumula. Ayer en la tarde empecé las clases de este cuarto
nivel, el profesor va mucho más despacio que la profesora anterior, y este
nivel no tiene gramática es más vocabulario, y textos para leer. El profesor
nos hace leer mucho en clase, el ritmo es mucho más lento, pero es bueno, yo no
sé si hubiera aguantado otra vez el ritmo del curso pasado. Empecé ayer y hoy
ya tenemos fiesta, hoy es un día importante para Camboya pues se celebra el fin
del régimen de Pol Pot. Así que me ha venido muy bien para descansar. Ayer día
6 después de clase en la casa de los padres de Marinol tuvimos una misa en
español, estuvimos como unas 17 personas, de distintas nacionalidades, pero
todas o casi todas hablando español. Para mí fue un momento muy emotivo poder
celebrar la misa entendiendo el significado de cada palabra. Después
compartimos un piscolabis.
Y hasta aquí mi report, espero no haberos aburrido, y como siempre os digo intentaré que la próxima vez no pase tanto tiempo, pero no os puedo prometer nada, luego me da pereza escribir.
Recibid un fuerte abrazo desde Cambodia y mis mejores deseos para este 2015 que empieza. Os quiero Yoly